1 s SIN O2
¿Dónde estaba la indiferencia que el dolor no ocultaba?
La indiferencia le hacía llorar. No le permitía amar.
El odio a sí mismo mostraba un anhelado miedo que bendecía el sentir de los sentidos.
_ Tengo prisa, ¿dónde me llevas? _Pregunté al vacío.
_ Te quedas donde estás. _Me contestó.
Un gesto lacónico y una indecisa sonrisa, por ejemplo, ¿podría provocar inseguridad y terror al observador. creyendo que su mudo pensamiento es cabal al cruzarse coincidiendo con toda una configuración de casualidad y procesos abismales, enfrentándose al sinfín de sensaciones… tan reales…¿? Cuidado!!! Te convencerán!!!
Las sensaciones, positivas o negativas conducen al desvarío si no se conocen. Habría que charlar un rato con ellas. De vez en cuando nos agreden si no nos enfrentamos pronto a éstas. Estamos perdidos si se convierten en nuestro enemigo.
La soledad no es exactamente una maldita condena, sino un camino muy, muy apropiado para la compañía.
Dichosas sensaciones!!!
A veces impresas, otras opresoras, mil veces emociones de los miedos, de la locura, de los placeres…, de la aventura. Nos descubren y nos visten. Nos disfrazan o desnudan.
Las experiencias. ¡Qué terrores vigilan cada universo!
Volver a tropezar con la misma piedra podría contarnos mucho más de lo que ya sabíamos.
1 s sin O2

Música para acompañar:
Sin oxígeno y sin energía, sin miedo para experimentar el vacío.
Tiempo al tiempo.
Esas sensaciones bien conectadas con nuestras experiencias deben ayudarnos en lugar se destruirnos.
Un abrazo.