¿QUIÉN SOY?

TAN TAN , ¿QUIÉN SOY?

El no verbal deja espacio para… sí!, he dicho Espacio! Ensaladas variadas del conocimiento de uno mismo. Su sabor mezclado de verde, su rojo, sus amarillos, y apreciando así, para el que tiene mejor paladar y disfruta del enredo.. La cadena de la musicalidad, dentro y fuera. Este espacio nunca está vacío. (Se llena de un orden de impresiones en forma de palabras, sueltas o combinadas). Lo mejor de uno, aunque sea al mismo tiempo lo peor, es lo que se descubre. Da algo de miedo. No hay nada mejor que su descubrimiento. Un racimo del que se va desprendiendo cada experiencia, cada perplejidad, cada desgarro.

Con la música; la relación con el fenómeno sonoro. Qué coño somos para que una sensación musical nos muestre cada instante de nuestro ser, nos muestre nuestra naturaleza primaria, Enseñanza y Rutina, Maneras y Deformaciones, ¡ANTE QUÉ MANIFESTACIÓN NOS ENCONTRAMOS! TAN, TAN…

Quién soy??

Música recomendada: ENRIQUE GRANADOS

– Danza Andaluza, nº5

(Sutil, con atmósfera introspectiva, delicada. Sus silencios y cambios de velocidad dando paso a la reflexión) .

Simetría tormentosa.

Tendencias de simetría tormentosa. Personas que huían de la razón sin argumentos. Animales que de repente parecían topetar aliento. Un mundo sin oposición, sin alternancia de parciales entendimientos. Todo va dispuesto al forzado, no existen procedimientos. No había calma, sol y luna encontrándose a destiempo, disonancias en el entierro del más mágico de los momentos. Sonrisas que se venden al mejor licitador. Atuendos con matiz que descifra lo que uno busca y es, no es y sueña ser. Apariencias de la mecánica del inconsciente. No había más, era soledad?? libertad??
De libertad se carecía, la soledad se añoraba, ya no existía.

 

 

HERGEST RIDGE  a partir del minuto 9 y medio.

EN ABRIL

En Abril

*

Cuando tú despojado de armaduras

Brillabas en la noche

Como aquella que era tu estrella

Como aquel que era su impulso…

El encuentro tuvo lugar.


Ella cruzó sus brazos a la altura del corazón

Portando una espada en cada mano

Sólo quiso ser testigo de éste que era su sueño

Sólo había conocido hasta entonces desconsuelo.

Aquel instante se hizo eterno.


Él mudaba su piel con cada cambio de estación

Ella detenía cada imagen deshojando una flor

Un día en abril, el jardín cubierto de nieve

Una noche el marfil teñido de oscura fiebre.

El caballo paralizado agotando un tiempo que se rinde.     

Descalza, ahora para él, brinda una copa

Con ilusión mirando al cielo cada noche.


Él es primavera de un sueño que nunca llega

Ella, en abril, el jardín que el frío ciega.